Un año y dos meses.. Es mucho tiempo para que pasen muchas cosas..
Momentos con clima de risa o de llanto, de cóleras o alegrías, MUCHOS momentos.
Pasé con él por todos los polos, desde un clímax de risa hasta un llanto desconsolador.
Las ínfimas veces en que nos reíamos sin razón, o tal vez por una, completamente pava. Llegamos a un punto en que él hacía pavadas con el simple fin de que yo me riera, y así él reír paralelamente, por el extraño sonido de mis carcajadas. Muy diferentes los marcos, pero muy parecidos los climas: risas en la laguna, risas en casa, risas en la calle, risas en Boerr, risas en todos lados. Cuántas risas, cuánta felicidad, cuánto amor.
No todo es de color rosa, también hubo momentos duros; lloramos muchas veces, los kilómetros o la cercanía absoluta nos angustiaron. Abrazados indignados a dejarnos ir en la puerta de casa, rogándole al reloj que se calmara o discutiendo duramente sin aguantarnos más. Prometer: va a estar todo bien, nos vemos en cinco días, con sollozos incontrolables.
Compartimos muchas cosas, crecimos, jugamos, volamos, escondimos, caímos, lloramos, prometimos, cumplimos, fallamos, y, sobre todas las cosas, amamos.
Me llevo los mejores recuerdos del suceso más importante de mi vida, el menos esperado, por cierto. Más allá de los errores, mis memorias van a atesorar a ésta persona eternamente, por su entrega, por su esencia y por su ser, en su totalidad de brillo.
Puedo oír muchos desacuerdos con la decisión, pero.. Para qué herir y destruir éstos hermosos recuerdos cuando se pueden calmar las aguas en buenos términos? En ése caso, me atrevo a cambiar el término DECISIÓN por NECESIDAD, las personas cambiamos (con más tendencia durante la adolescencia) y los pensamientos junto con nosotros, si no van a volver mis mariposas internas, digo basta. Dejo de pretender rehacerlas y dejo ser feliz al otro. Como se debe, no, no me conviene, pero en la vida no hay que ser egoísta, en algún momento encontraré quién piense en mí y me favorezca, por el momento diré adiós.