domingo, 7 de julio de 2013

2013.

Nunca aprendí tanto en mi vida como este año. Y sólo llevo la mitad del año y 16 años de vida.

Aprendí que todo lo que nos pasa tiene un lado bueno y otro malo. Lo malo tiene lado bueno, pero el dolor nos deja ciegos, entonces todo es negro. Cuando todo lo ves triste, tenes que recordar que ALGO bueno tiene que haber, sólo tenemos que aprender a ver.

Aprendí que las cosas pasan por algo. Tenemos un destino enmarcado, y cómo lo vivimos es nuestra elección. A lo que me refiero, yo nací destinada a hoy, 7 de Julio de 2013, estar sentada en la computadora escribiendo y escuchando música, pero no estaba escrito que iba a estar con este humor, yo lo elijo, si quiero estar contenta o triste, va más allá de mi destino, es lo único que puedo alterar.

Aprendí a valorar la vida, los momentos y las cosas. Todo tiene un final, todo se termina, todo se va. Tenemos que valorar todo lo que nos gusta, porque se van a terminar. Disfrutar cada momento, cada segundo con una persona, con cualquier cosa. Seguramente hace un año atras estaría de malhumor porque mis amigas no me habías llamado para hacer algo. Hoy por hoy ya no gasto energía en nada negativo. No me preocupo por pavadas, aprendí a disfrutar.

Aprendí que la energía es contagiosa, que la buena vibra es saludable y que la risa cura las heridas. No hay mejor remedio para el dolor que la diversión. Estoy triste, hecha pedazos, y me río, no con una careta puesta, sino sinceramente, elijo reírme de lo que puedo en vez de llorar por lo que no tengo. Cuando estas rodeado de buena energía, nada te baja los brazos, te da fuerzas para seguir con ganas, para poder reírse de la desgracia, llorar es demasiado fácil!

Probablemente esté atravesando el peor año/momento de mi vida. Pero en vez de sufrirlo, elijo ser feliz y agradecerles a mis papás por enseñarme a ser tan fuerte, por enseñarme que siempre sale el sol.

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