Me gusta.
Cuando la tensión se siente como una burbuja.
Entre dos.
Mis cejas levantadas,
"qué va a pasar?".
Las tuyas responden:
"ya sabes, y te encanta hacerte la boluda".
Sí, me encanta.
La mirada fija en tus ojos,
preguntando insistente.
Los tuyos respondiendo con seguridad.
No me puedo quedar quieta,
me muerdo el labio.
No, no tengo que demostrar nervios.
Lo dejo. Estoy nerviosa.
Me cuesta un poco respirar,
estoy inhalando la tensión.
Tus manos agarran las mías,
electricidad.
La magia de las hormonas.
Un pequeño tironcito
a mis manos,
basta para que las suelte.
Y las reubique:
una entre tu cara y la oreja,
y la otra en la nuca,
con los dedos jugando con tu pelo.
La primer mano:
para esconder el beso,
y para acercarte a mi.
La segunda va ahí
solo para provocarte un poco.
Completamente eficiente.
Los primeros segundos
del primer beso con alguien,
son lo mejor del mundo.
Es perfecto el clima
de descubrimiento.
Voy a hacer todo lo posible
por esconder mi respiración alterada.
De lo contrario,
voy a tener que buscar
que la tuya silencie la mía.
Muerdo tu labio inferior,
con una sonrisa inocente.
Vos te reís,
y levantas una ceja.
No lo esperabas.
Me vas a morder vos a mi,
igual predecible que sexy.
Para cortar el beso me voy a reír,
y te voy a dar un besito tierno.
Me voy a separar de vos
y me voy a morder el labio,
porque me da miedo que no digas nada
y tener que decir algo yo.
No puedo mirarte a los ojos,
porque no me gusta demostrar nada.
Quedate con la duda.
Nunca vas a saber si me vas a volver a ver.
Yo tampoco lo sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario