Siempre mi base para escribir es hablar con seguridad o hacerle creer al que me lee que estoy diciendo una verdad absoluta. Perdón si alguna vez mentí. En mi defensa, defiendo a capa y espada todo lo que está en este blog.
Acá vamos de nuevo.
Partiendo de esa seguridad y aprovechando que recién empieza el año, pensé en escribir(me) las máximas de San Martin a Merceditas, pero escritas por mi y para mí.
1- Amá
Así, como sabes vos: mucho e incondicionalmente. Sí, incondicionalmente. La paciencia y el perdón no son debilidades, son fortalezas. Durante mucho tiempo pensaste que querer a quien lastima era un defecto, pero el tiempo te demostró que es una ventaja y herencia de tu mamá. Poner la otra mejilla es lo que al fin de cuentas distingue a una persona conveniente.
Porque entre todos estos locos que se revolean electrones, lo mejor que podés hacer es cuidar tus protones. No vas a cambiar el mundo (aunque todavía no me dé por vencida con esa idea), pero la energía es contagiosa y el amor cura.
2- Cuidate
Todas las personas son pasajeras en tu vida, menos vos. Por eso, aprendé a cuidarte sola. Sé que éste es un desafío personal, pero confío que podés encontrar tu brújula y no tener que recibir indicaciones. Es crecer, es amor propio, es valorar(te).
3- Enojate.. y contá hasta 10
Pasaste de vivir enojada a no permitirte enojarte nunca. Y, aunque odies el gris, es la mejor opción en este caso. Es parte de la vida sentir que una persona o una situación pasó tu límite; es humano querer decir "esto me molesta". Cuando algo no te guste, enojate y sentí el enojo, no lo tapes, no lo escondas. Enojate del todo, contá hasta 10, respirá hondo y pasó.
De vez en cuando permitite gritar, llorar y putear. Es sano. Pero no tanto porque ya estas grande para hacer caprichos.
4- Leé y escribí
Leé porque te encanta. Alimentá siempre tu hambre de conocimiento. Nunca olvides el placer que te dá poder participar de conversaciones culturales con fundamentos. No pierdas el goce de escuchar una cita y saber quién, cuándo y por qué lo hizo. Sé el orgullo de tu papá y leé, para decirle "sabías que..?" y que no lo sepa. Mantené viva tu curiosidad.
Escribí para ser eterna. Escribí para vos, para quien te quiere, para quien no te conoce. Escribí porque te fluye y porque es parte de vos. Hacelo para practicar, para aprender más, hacelo porque es tu esencia.
5- Llorá
Llorar es curar, es hablar, es natural y es necesario. No tenés nada que demostrar. No sos Iron Man y tampoco creo que Iron Man no llore. Llorá con quien te salga o llorá sola, pero dejalo fluir. Si te duele, es porque estás viva. Y estar vivo es lo más lindo.
Dejá de pensar "NO LLORES" y poner cara de boluda. Permitite llorar un rato o dos ratos, después sonate los mocos y volvé a reírte. Una cosa a la vez. Pensá que cada lágrima te acerca más a sentirte bien.
6- Hablá
Es innegable que sos una discapacitada comunicacional, pero eso no significa que te rindas. Intentá de a poco, día a día, hablar con la gente. Decir la verdad, oponerte, confesar. Hacete escuchar, aunque te cueste, aunque lo odies.
Sí, es más fácil decir "ya fue" y quedarte con todo adentro. Pero no seas cómoda, salí de tu zona de confort y decí lo que pienses. A veces vas a terminar discutiendo, pero otras tantas vas a terminar logrando cosas positivas y, en definitiva, si sos respetuosa, no vas a perder nada.
7- Sé sincera
Y más que nada con vos misma. Porque ocultar las cosas o dibujar la realidad no crea un mundo paralelo en el que todo te sale bien. Evadir el acá-ahora da por resultado un mañana de mierda. Así que hacete cargo y reconocé tus errores.
Una mentira que te haga feliz NO vale más que una verdad que te amargue la vida. Esa es una gilada que cantó Arjona. Juntá huevos, aceptá las cosas como son y no trates de zafar.
8- Sé siempre muy vos
No dejes que nada cambie tu esencia. Amá y protegé tu personalidad. Con tus mambos y ocurrencias creo que hiciste una piba piola, ahora que sos (un poco) grande, encargarte de mantenerte tan Delfina. El alma jóven y la mente grande. El mate, los chistes y las selfies ridículas. Así, siempre vos.
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