A quién le rezan los escépticos cuando están desesperados?
A dónde señalan sus índices o sus miradas cuando necesitan ayuda?
Cuáles son sus esperanzas, si no creen en los milagros?
Quién los va a salvar, si no existen los mesías?
Aguantan.
Simplemente aguantan.
Algunos escépticos de nacimiento.
Otros de experiencia. Cansados ya de creer mal.
Un día, dejaron de creer.
Y otros de conocimiento Saben tanto que no creen en nada.
Curtidos de estar solos.
Se la aguantan.
Y si quieren llorar, lloran. Y putean.
Pero no le ruegan a nadie.
Si se puede hacer algo, van y lo hacen.
Si no se puede hacer nada:
se la aguantan.
Y así van por la vida,
aguantando.
Valientes escépticos que se lanzan a la vida bajo la protección de nadie.
Pero ellos saben que mejor solos que mal acompañados.
Invencibles escépticos que pueden tolerar las adversidades sin aferrarse a nada más que a ellos mismos. A las ganas de aguantar.
Autosuficientes sujetos que andan decididos por la vida sin la ayuda de nadie. Sin la promesa de que ningún todopoderoso los venga a salvar.
Igual.
Todos somos capaces de aguantarnosla.
Solos, acompañados y engañados.
Todos somos capaces de estar absolutamente solos.
Porque al final.
Todos lo estamos.
Pero el problema,
Es que sólo los escépticos se aguantan la desesperanza.
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