domingo, 21 de noviembre de 2010

Living la vida loca.


Todos sabemos que venimos al mundo con un objetivo. Para mí, esa finalidad es encontrar lo que te hace feliz. Ya sea algo o alguien, VIVIMOS PARA SABER QUÉ O QUIÉN NOS HACEN ESTAR BIEN.
¿Cómo saber dónde está la felicidad? No, no es cuestión de buscar la felicidad, al contrario, la felicidad te encuentra a vos cuando menos lo esperas.
Cuando uno se siente devastado por la vida, golpeado, triste, solo, abandonado, melancólico y hasta desahuciado, es cuando tiene que mirar con otros ojos la vida, para entender que todo tiene solución y así encontrar la felicidad, porque en el peor momento nos topamos con ESO que nos devuelve la risa.
En mi caso, mi felicidad depende del clima. Lógicamente, mi metabolismo, ante un día soleado, reacciona con un buen humor. Claro esta aclarar que cuando llueve mi humor desciende momentáneamente. Más allá de todo hay ciertas excepciones: NADA mejora más mi mala cara que el arco iris, es lo más raro que he visto, en el peor de los días, me da ese aliento que necesito para seguir, la fuerza que me ayuda a mantener los brazos arriba, con la mejor sonrisa.
Al mal tiempo, buena cara; dicen los grandes, es la mejor forma de demostrarle a la vida que vos merecés vivir, que nada ni nadie son dignos de sacarte las ganas de vivir, porque detrás de las nubes el cielo siempre es azul, tenes que esperar que calme la tempestad, es cuestión de esperar la felicidad.
La vida es una sola, y lamentablemente se pasa muy rápido, llora, jugá, crecé, amá, disfrutá, enamorate, y lo más importante, nunca dejes de sonreír.

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