martes, 22 de noviembre de 2011

No más cruces por mal humor, no más favores como el café, no más voces descerebradas, no más vivir con vos. Definitivamente no estoy preparada para que te vayas. Como decía mamá, somos sus palomitas de guardapolvo blanco; y la palomita mayor tiene que volar dentro de muy poco. 
Te acordas? Yendo con mamá a la escuela, los tres vestidos de blanco, con las mochilas de carrito y pisando las hojas secas para hacer ruido. Más adelante, salir de la escuela y en la esquina de la plaza el 4L esperándonos, a veces, Tati adentro. Llegar a casa y tomar la leche. Ir a buscar a papá a la parada del colectivo con una euforia inexplicable. Jugar durante horas en el patio o en la cancha, yo era la enfermera, con MUY poco trabajo. Transpirando como animales en el cuarto, robando bancos por la tarde y a la noche jugando al Resident Evil muertos de miedo.
Pasó el tiempo, y aunque seguimos siendo chicos no puedo creer que ya te tengo que dejar. Sos mi alma gemela, amo ser tan igual a vos y amarte como lo hago.
La vida es muy dura y tenemos que estar todo el tiempo amoldándonos a ella, pero esta prueba sí que me está costando Nico. No parece cierto que pases de mirar Phineas & Ferb durante la siesta a estar formando tu futuro, tu carrera.
Bueno, no era mi fin ponerme melancólica pero lo hice, y estoy llorando como una gila. Voy a dejar de deprimirme diciéndote que considero que ser tu hermana fue un regalo de la vida. Te elegiría una y mil veces más. Gracias por dejarme ser vos. ¡Te amo!

PD: Abrir la escalera descalzo es muy peligroso, ¿Escalera? ¿De dónde salió escalera?

1 comentario: