miércoles, 25 de octubre de 2017

Muestra de Arte- ESPACIO HABLEMOS

Cuando te ví venir hacia mi a una cuadra de distancia lo sentí
Me atrajo tu silueta,
Con un vestido corto se veían tus piernitas largas y flacas.
"Lo que me recetó el doctor", pensé,
y me reía por dentro.

A medida que nos acercábamos
Pude ver tu cara,
Tus labios de color rojo putita,
Que me hicieron pensar muchas cosas sucias
Y tu mirada,
Vi el deseo en tus ojos.
Andabas sola y era tarde,
Con ese vestido tan corto y tan sexy,
No hizo falta preguntarlo:
Vos querías sexo
Y yo también.

Como sé que las mujeres nunca toman la iniciativa,
Te empecé a hablar
Y me acerqué a tu cuerpo,
Para hacerte sentir cómo me gustaste.
Te apreté contra la pared
Y vos te hacías la tonta diciéndome que salga,
Cómo me calentaba tu juego, tu histeriqueo.
Tuve que romperte el vestido para darte lo que querías,
Y te di todo.
Y sé que te gustó, te encantó.

Aún recuerdo tu voz de perrita mojada, pidiéndome que pare.
Mientras tus ojos me pedían a gritos que siga.
Tu olor a nena y a perfume de flores,
Mezcla de inocencia y de sensualidad.
Poco pude besar tus labios
Pero no perdí la oportunidad de morder esa frutilla,
Y, debo ser sincero, te lastimé a propósito,
Para que al verte al espejo recordaras que fuiste mía.

Cada vez que recuerdo esa noche
Y a vos
Vuelvo a enloquecer
Pensando en cuando será
Que nos crucemos otra vez.

____________________________________________________________________


Cuando ví tu silueta a una cuadra de distancia lo sentí,
El miedo en el pecho.
También sentí arrepentimiento por haberme puesto vestido
Como si eso te diera una pase libre a hacerme lo que quieras.
Pero lo pensé.
Tal vez era la opinión de la sociedad diciendo en mi mente:
"Y que hacía sola de noche?",
"Y que hacía con un vestido tan corto?"

Nos separaban unos metros
Y sé que como un perro,
Podías oler mi miedo
Y te relamías de placer.

Me frenaste a hacerme preguntas banales
Yo respondía con amabilidad,
Con miedo y con respeto,
Y retrocedía, pero vos avanzabas.
Cuando no dejabas de avanzar me estremecí,
Porque me di cuenta que no solo eras un hombre en la noche,
Eras un hombre peligroso en la noche.
Esos que escucho que golpean, violan, empalan y matan a las chicas,
Chicas como yo: indefensas.

Me tiraste contra la pared
Y sin siquiera mirar alrededor
Hiciste lo que quisiste conmigo.
Me rompiste la ropa y la dignidad,
Me lastimaste el labio y el autoestima.
Me decías que me quede tranquila,
Y eso me daba más miedo:
Que aunque me estabas lastimando, no estabas enojado.
Estabas gozando
Disfrutabas apropiarte de mi.
Yo era solo una chica que pasaba por ahí
Y vos me manoteaste.
Como si la carne femenina fuera tuya,
Como si fuéramos un banco de plaza, que pasas y te sentás.

Tengo grabada tu voz,
Que me susurraba guarradas en la oreja
Con aliento a tabaco y a mugre.
También recuerdo tu barba,
Me irritó la cara y me quedó colorada unos días
Días en los que me miraba al espejo para peinarme y te veía en mi barbilla
Tu marca en mi cuerpo,
Cómo si no fuera suficiente la marca que dejaste en mi vida.

Y cada vez que recuerdo esa noche,
Es como si volviera a vivirla.
Pero ahora sé que la culpa no fue mía por andar sola,
Ni de mi vestido.
El culpable sos vos,
Que no pudiste evitar violar a una piba en el medio de la vereda.

1 comentario: