miércoles, 16 de junio de 2021

Mundial de escritura, Día 9 (escribir un diálogo entre 3 personas, 2 están tensas y la 3era no lo nota)

 Sentados en el registro civil, dos eufóricos, novio y padrino, eran advertidos por una Carmela espléndida:

 -¿Cuál de los dos tomó alcohol? Ambos señalaron al otro y se rieron. Ella frunció los labios y se sentó en su sitio, ocultando una sonrisa cómplice. -Estas hermosa, mi amor. – Le dice el novio muy cerca del oído. -Gracias, vos también estas muy bien. Él se mordió el labio y sintió en leve suspiro en la nuca. -Vos estabas más hermoso sin nada- le susurra Juan Cruz, el padrino, casi imperceptiblemente. Casi sin pensarlo, Marcos lanzó una risa, que ocultó con una mano y un estornudo fingido. Ella dio vuelta la cabeza de forma instantánea: -Estas muy inquieto Marcos, ¿por qué no vas a fumar un cigarrillo, mientras llega este hombre? -Ay gracias- respondió él dándole un beso ligero y saliendo al patio. Los nervios de Marcos se presentaban al intentar prender el cigarrillo con la mano frenética. Acercando el encendedor, Juan Cruz le dijo: -Cuando salimos de mi casa, ni por un momento pensé que veníamos para acá. -¿Y a dónde íbamos a ir, boludo? -¿Hace falta que te dibuje la situación? -¿Vos pensaste que nos íbamos a escapar a una playa en México? -Dios- resopló Juan Cruz, frustrado- No, idiota. Pasó lo que pasó, y va a pasar lo que está por pasar, ¿es así? Con un dulce andar, Carmela se incluye a la conversación: -¿Qué hacen ustedes tan misteriosos, mataron a alguien en el camino? ¿A quién tengo que enterrar?- mofándose, ella intenta alcanzar el cigarrillo de su novio- A ver, convídame una pitada que este sorete no viene más. -Vos sabes Carme, que le estaba diciendo a mi ahijado de bodas que si tarda tanto el que pone el gancho, es una señal. Están a tiempo, no cometan el mismo error que yo. Los tres se miraron cómplices y se rieron de la pasada desgracia de Juan Cruz. -Bueno amor, contame, qué pasó de divertido en tu despedida de soltero express? Marcos rió nervioso y Juan Cruz lo acompañó con un sonido parecido a una risa. -Bueno, por lo menos se pudieron tomar una birra, yo estuve toda la mañana con la infumable de mi mamá y me peinaron y maquillaron hace más de tres horas. -Entonces no te cuento lo bien que la pasamos nosotros,- Marcos le clavó la mirada- jugamos a la play station echados en calzón hasta hace 20 minutos. Tirando piñas al aire de forma juguetona, Juan cruz se acercó a su amigo y le dio un fraternal abrazo. Dejando escondido su brazo derecho, con el que lentamente rozaba la camisa celeste impecable, y luego la espalda de Marcos. -La verdad Carme, me duele dejarlo ir. Vos sabes que yo lo conocí por vos, pero me lo apropié. –continuó con una gran sonrisa Juan Cruz. -Sí Juan, ya entendí que te pensas instalar con nosotros. Y ya sabes que el cuarto de huéspedes es tuyo. -Entonces no es cuarto de huéspedes, es cuarto de Juan Cruz. -Bueno, pero si hay otro huésped vos te vas. Y le llamamos cuarto de huéspedes. Frescamente, Marcos reía al ver a Carmela, de punta en blanco, a punto de ser su esposa, bromeando tan relajada con Juan Cruz, que era atractivo de una manera casi irresistible, y era la estrella del civil de los amigos, pretendiendo que no estaba acariciando la espalda del novio con intenciones bastante inmorales. -Chicos, entren que llegó el Juez.- dijo la mamá de Carmela asomandose desde adentro. -Bueno, hora de la verdad, ¿Nos casamos o qué?- bromeó ella. Con un intenso abrazo, Juan Cruz salió caminando con Carmela y Marcos agarrados por los brazos, al grito de: -¡Obvio que los casamos!

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